martes, 1 de abril de 2008

LAS "COSAS DE ESPAÑA" EN INGLATERRA. Manuel Moreno Alonso


Manuel Moreno Alonso, Las "Cosas de España" en Inglaterra, Sevilla, Alfar, 2007, 434 pgs. 20 euros.
HISTORIA E IDENTIDADES NUTRIDAS DE RIVALIDAD: un país y sus habitantes como objetivos de la visión de los súbditos de su tradicional antagonista
U
no de los mayores enemigos de la Historia como disciplina reside en la escasa difusión extramuros del pensamiento histórico científico, relegado a la autofagia de tesis, revistas y actas de ponencias que el público desconoce. De ahí el interés de la publicación en línea o bien de la edición comercial de libros compendiando las contribuciones de un autor determinado. Este es el caso de Las cosas de España en Inglaterra: un país ante la mirada del otro, suma de artículos cuyo nexo de unión es la imagen de lo español en Gran Bretaña y en menor medida la visión de lo inglés en España. Analizar esa recopilación exige detenerse sobre la trayectoria de su autor. Manuel Moreno Alonso es profesor en la Universidad de Sevilla y si bien tiene a sus espaldas una copiosísima obra sobre temas andaluces, es también autor de trabajos de interés general, como sus contribuciones acerca de las Cortes de Cádiz, la imagen española de Napoleón o su ediciones de Blanco White. Además, siete años de estancia en Londres le permitieron conocer a fondo las fuentes británicas.
Las temáticas de Moreno se refieren por lo general al tránsito del siglo XVIII al XIX, cuando la Ilustración da paso al Romanticismo y el Antiguo Régimen al liberalismo. Esos años vieron la construcción de las identidades nacionales y la difusión de sus correspondientes estereotipos, de ahí que nuestro autor haya dedicado distintas obras suyas a la imagen de España. Ése, precisamente, es el marco de la mayoría de los artículos del libro, cuyo conjunto toma cuerpo a medida que avanza la lectura, ofreciendo distintas y muy documentadas visiones de una misma realidad. Liberales, masones, revolucionarios, viajeros, bandoleros, escritores, periodistas e ilustres exiliados nos acompañan durante ese viaje entre guerras y revoluciones que se prolonga hasta el Sexenio y culmina en el cantón gaditano (1873). Se desprende de una lectura forzosamente lenta, y atenta, que si bien algunos ingleses nos vieron con objetividad, y otros con simpatía, abundó la visión negativa. El poeta S. T. Coleridge consideraba a los españoles, en 1804, como “a degraded race that dishonour Christianity”.
El autor lanza una interesante pregunta: ¿se pueden concebir la historia y la identidad británicas al margen de su íntima rivalidad con España? Podríamos añadir: ¿se podría escribir la historia de España al margen de la de Francia? Temas sabrosos con infinitos y entretenidos desarrollos…
Luis Español
La Aventura de la Historia nº 114, abril 2008, pág. 114